Población de origen árabe a la derecha del río Matarraña y al pie mismo de los Puertos que llevan su nombre, fue reconquistada en 1169 por los ejércitos del rey Alfonso II y aún conserva buena parte de su trazado medieval. Buena prueba son los seis portales de las antiguas murallas que han llegado hasta nosotros: el Portal de Vilanova, el Pasaje de la calle de Vilanova, el Portal de San Gregorio, el Portal de Carrau, el Portal de Sant Roc y el Portal del Pilar o del Coll, todos ellos construidos entre los siglos XII y XVI. Destaca probablemente el de San Gregorio, del siglo XIV, con un arco gótico, una entrada en codo que habla de su carácter defensivo y la capilla del mismo santo en el interior.

Probablemente del mismo momento es la Lonja bajo el Ayuntamiento de Beceite, que conserva cinco arcos apuntados y un arco conopial. Todo que consta la fecha de 1595 en el umbral de uno de los ventanales, el edificio del ayuntamiento ha sufrido varias destrucciones y remodelaciones que lo alejan de su aspecto original. Delante de este edificio encontramos la iglesia de San Bartolomé de Beceite, de estilo barroco, construida a lo largo de los siglos XVII y XVIII sobre el anterior templo, del que se conservan una capilla del siglo XII y varios elementos recuperados a las fachadas laterales. La iglesia está dividida en tres naves y tiene una gran cúpula. La entrada está flanqueada por unas grandes columnas salomónicas.

De la antigua villa se conservan también restos del antiguo castillo como la Presoneta y la Botera, en la calle de Vilaclosa, a la espalda de la actual fachada del ayuntamiento, y el Palau, en la parte alta de la población. Resultan muy interesantes también los antiguos lavaderos municipales del pueblo.

La abundancia de agua dio lugar a de instalación en el pueblo de una importante industria papelera a partir del siglo XVIII. Son testimonio, en el arrabal del puente, la Fábrica Noguera, hoy sala de exposiciones municipal, y la Fábrica de Solfa, hoy reconvertida en hotel. En este arrabal, creado seguramente en el siglo XVI raíz de la construcción del puente que le da nombre, encontramos también la ermita de Santa Ana, en estilo gótico-renacentista. También resulta impresionante el antiguo puente sobre el Matarraña, aguas abajo de la población, construido en el siglo XII.

A pesar de su interés histórico y cultural, por lo que realmente destaca el municipio es por sus maravillosos espacios naturales. Aquí nacen el Matarraña y sus afluentes Pena, Ulldemó y Algars, generando no sólo espacios fantásticos para baños como los Estrechos del Regatxol o la Pesquera al Ulldemó, o para practicar deportes acuáticos como el Pantano de Pena, sino sobre todo excursiones imprescindibles como la del Parrissal.

Ficha técnica

Distancia: 22 km
Tardas en llegar: 22 minutos
Población: Beceite
Cómo llegar:

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