Lledó es una pequeña población situada en una colina sobre el río Algars, frontera entre la comarca aragonesa del Matarraña y la catalana de la Terra Alta. Esta situación de hecho un pueblo en pendiente, siguiendo algunas calles la curva de la montaña, mientras otros salvan el desnivel. Ejemplo de este último es la propia Plaza Mayor del pueblo, dotada de dos niveles y donde encontramos los dos monumentos más importantes del lugar, el Ayuntamiento y la iglesia de Santiago de Lledó.
El Ayuntamiento o Casa de la Villa es un edificio de principios del siglo XVII con acceso a la planta principal bajo un portal que abre la calle de San Roque en la Plaza Mayor, mientras en la parte inferior hay una lonja con arcos de medio punto que se abre en la calle Baix. Se trata de un edificio de planta rectangular, de volumen modesto, pero bien construido, con sillares bien trabajados y que salva con elegancia el desnivel entre las dos calles.
Más interesante resulta la iglesia de Santiago de Lledó, situada frente a la Casa de la Villa. Es un templo gótico del siglo XIV, de una sola nave, amplía y cubierta con bóveda de cañón, cabecera recta y cubierta con bóveda de crucería y una fachada muy compacta. En la fachada encontramos la portada, con seis arquivoltas y coronada por un hermoso ventanal con arco ojival. A la izquierda tiene una pequeña torre poligonal para ocultar la escalera interior y a la derecha, en la parte superior, un campanario de espadaña.
Lledó es un municipio pequeño, uno de los más pequeños en población de la comarca, pero con gran tradición vitivinícola. Las dos bodegas existentes, una buena proporción por un pueblo de menos 200 habitantes, hacen buenos vinos y no son pocas las personas de incluso muy lejos que conocen el nombre del pueblo por el vino.
A las afueras del pueblo en dirección sur encontramos la vía verde, con los escombros de la antigua Estación de Arnes-Lledó, situada a pesar de los nombres, en el término municipal de Horta de Sant Joan. A pocos metros siguiendo la antigua vía, un impresionante puente para salvar el río Algars. Prácticamente bajo el puente hay, además, el Azud de Lledó, una de las zonas de baño más conocidas de la zona.
