Calaceite

Calaceite es una población situada a los pies de uno de las tres colinas de la cresta que marca la divisoria de aguas entre los ríos Algars y Matarraña. Se trata de la colina donde estaba el antiguo castillo de origen árabe, conquistado en el siglo XII y hoy completamente desaparecido. A las otros dos colinas, las de San Antonio y San Cristóbal, nos referiremos más adelante.

Entrar a la población por el sur nos permitirá recorrer la calle Mayor, plegado de encantadoras casas de pueblo, hasta desembocar en la Plaza de España, centro neurálgico del municipio. Aquí se encuentran varias casas solariegas coronadas por el edificio del Ayuntamiento de Calaceite. Construido a inicios del siglo XVII en un estilo renacentista muy similar a los demás de la comarca, con un planta baja porticada con arcos de medio punto, una planta noble con grandes ventanales cuadrangulares y una planta superior con una galería de arcos de medio punto, es uno de los monumentos principales de la ciudad.

Desde la misma plaza, un portal nos hace salir a la calle de la iglesia, y nos lleva inmediatamente a la iglesia de la Asunción de Calaceite, construida en estilo barroco a finales del siglo XVII. Es un edificio rectangular, dividido en tres naves y con planta de salón, pues las naves tienen las tres la misma altura. En la fachada destaca una gran portada barroca, coronada por una hornacina con una imagen de la Virgen y enmarcada por columnas salomónicas. En el ángulo izquierdo podemos ver el campanario. Delante está la antigua Casa de Justicia, un edificio gótico del siglo XIV.

Un poco más adelante nos encontramos con la calle Maella, también flanqueada de numerosas casas distinguidas. Esta calle seguía la antigua muralla por dentro, como se puede ver por los dos portales barrocos que hay en sus extremos, el Portal de la Capilla del Pilar y el Portal de los Caldereros. De la muralla medieval apenas si quedan algunos vestigios en la calle tejido y una de las antiguas torres, la Torre de Calaceite, hoy convertida en vivienda.

Fuera de las antiguas murallas, más allá del Portal de los Caldereros, encontramos la Capilla de San Roque, en estilo renacentista de inicios del siglo XVII y, en una elegante casa solariega del siglo XVIII, la Casa Museo Juan Cabré, dedicada a las colecciones de este arqueólogo nacido en la villa.

Fuera del núcleo, sobre el cerro del mismo nombre, encontramos la ermita barroca de San Cristóbal de Calaceite y en la tercera colina, los restos de un importante poblado ibérico, el Poblado de San Antonio.

El patrimonio arqueológico de Calaceite no acaba aquí, pues a menos de tres kilómetros al sureste del pueblo encontramos el poblado ibérico del Tossal Redó y, un poco más lejos, sobre una cresta sobre el barranco del Calapatar, al límite con el término municipal de Cretas, todavía un tercer poblado, el de los Castellans.