Población situada sobre una colina entre los ríos Matarraña y Algars, al pie del cual nace el Barranco del Calapatar, conocido por los restos de arte levantino (Roca de los Moros y Abrigo de los Gascones) y los yacimientos ibéricos (Los Castellanos).
El pueblo presenta un trazado claramente medieval, si bien con modificaciones de épocas posteriores, como la que significó la edificación de la Iglesia de Asunción, que rompió la antigua línea de las murallas e hizo desaparecer uno de los antiguos portales de la villa. Estamos ante un templo del siglo XVI, construido en estilo gótico-renacentista. Es un edificio macizo de sillares y con una sola nave dividida en cuatro tramos cubiertos por bóvedas de crucería. En los laterales, entre los contrafuertes, se disponen pequeñas capillas y, al fondo, una cabecera poligonal. La fachada es de estilo manierista, decorada con diferentes motivos clásicos.
Desde la fachada, la Calle de la Iglesia y la Calle Mayor, separados por el Portal de la Casa Sapera, en llevan hasta la Plaza Mayor. Este espacio entre el portal de la Casa Sapera y la Plaza Mayor representa el sector más antiguo de la población, probablemente de origen islámico, con una serie de pequeños callejones sin salida. La Plaza Mayor es fruto de una ampliación de la villa en los siglos XV-XVI y destacan edificios como el actual Ayuntamiento. En su centro se encuentra una columna del 1584, originariamente situada fuera de la población y decorada con los principales temas de la historia de la ciudad, como el escudo de la población y la Cruz de Calatrava (Orden de Calatrava). En el edificio ante el Ayuntamiento se pueden visitar las antiguas cárceles.
La población está llena de edificios singulares, como la Casa Sapera (siglo XV), la Casa-Castillo del Deume (siglo XIII) o la Casa Turull (siglos XVII-XVIII). Destacan los portales de la antigua muralla, como el Portal de Sant Roc, el Portal del Vallderroures y, especialmente, el Portal-Capilla de San Antonio de Padua. Se trata de un tipo de construcción muy característica de la zona, hecha aprovechando las murallas que cerraban la ciudad en el pasado. En la capilla se accede por unas escaleras junto al portal.
A Cretas se pueden visitar además, el Centro de Visitantes dedicado a la Lengua y la Cultura Ibérica y el Taller de Arqueología, donde se encuentran los restos arqueológicos encontrados en el término municipal.
A las afueras del pueblo, cerca de la carretera de Calaceite, se encuentra la Ermita de la Misericordia, de estilo gótico-renacentista, como la iglesia parroquial. Fecha de 1533 y presenta como ésta una sola nave con tres tramos cubiertos por bóvedas de crucería y una cabecera poligonal. La sacristía corresponde a un momento posterior (siglo XVIII), fruto de una ampliación del edificio. El edificio presenta elementos góticos posiblemente aprovechados del antiguo templo parroquial, sustituido por el nuevo alrededor de la época en que se construyó la ermita.